Sal para Piscinas saco 25Kg

Sal preparada para la cloración salina de las piscinas y la descalcificación.

Ventajas de las piscinas de agua salada

Las piscinas de agua salada ofrecen una alternativa moderna, segura y eficiente frente a las piscinas tradicionales con cloro. Una de sus principales ventajas es el ahorro económico, tanto en productos químicos como en tareas de mantenimiento. Al mantener una concentración de sal constante y automatizar la generación de cloro mediante electrólisis, se reducen significativamente los costes en productos y mano de obra.

Además, este sistema disminuye los riesgos derivados de la manipulación directa del cloro, y asegura una cloración equilibrada y constante, evitando excesos perjudiciales. Di adiós al fuerte olor a cloro, a las irritaciones en la piel y los ojos, y a los daños en el cabello.

Aunque el agua se evapora con el uso y el sol, la sal permanece. Las pérdidas de sal son mínimas y se producen principalmente al entrar y salir de la piscina, por lo que solo será necesario reponerla ocasionalmente. Aun así, el coste de la sal es muy bajo.

La salinidad del agua es mucho menor que la del mar y similar a la de una lágrima humana, por lo que es totalmente compatible con la piel, los ojos e incluso con el césped del jardín. Por todas estas razones, optar por una piscina de agua salada es una decisión cada vez más habitual entre quienes buscan comodidad, salud y sostenibilidad.

Mantenimiento y control del sistema salino

Control de la sal: Es fundamental mantener la concentración de sal adecuada para que el clorador salino funcione correctamente. Aunque la sal no se evapora, puede perderse en contra lavados frecuentes del filtro, sobre todo en piscinas rodeadas de vegetación.

Para reponerla, basta con seguir las indicaciones del fabricante del clorador. Si el nivel de sal es demasiado alto, simplemente vacía una parte del agua y reemplázala con agua nueva. En caso de fluctuaciones frecuentes, es posible que el clorador no esté configurado correctamente o presente alguna avería.

Fórmula para calcular la sal que debes añadir:

Volumen en m³ x gramos por litro = kilos de sal necesarios

Ejemplo: una piscina de 40 m³ x 2 g/l = 80 kg de sal

Control del pH

El pH del agua debe controlarse a diario, ya que el sistema de cloración salina tiende a elevarlo con el tiempo. El valor ideal es 7,2, para garantizar una experiencia cómoda para los bañistas y proteger los componentes técnicos de la piscina.

Si el pH está por debajo del valor recomendado (agua ácida), se acelera la corrosión del electrodo y otros componentes metálicos, aumenta la irritación en ojos y piel, y se genera vapor de cloro. Solución: añadir elevador de pH (pH+).

Si el pH está por encima (agua alcalina), disminuye la eficacia del desinfectante, aparecen algas y también pueden surgir molestias en la piel y mucosas. Solución: usar reductor de pH (pH–).

¿Qué es la electrólisis salina?

La electrólisis salina es un sistema de desinfección del agua que utiliza sal común (NaCl) en lugar de cloro químico, lo que la convierte en una opción más saludable y sostenible.

Este proceso se lleva a cabo mediante una célula de cloración, que transforma la sal en hipoclorito sódico (NaClO), un desinfectante potente que elimina la mayoría de microorganismos presentes en el agua.

El sistema genera automáticamente el cloro necesario, sin necesidad de añadir productos químicos adicionales. Solo necesitarás añadir sal al agua para mantener el proceso activo.

¿Cuánta sal necesitas para empezar?

La dosis inicial recomendada es de 5 kg por metro cúbico, o lo que es lo mismo, 5 g por litro de agua.

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